Una conversación con Buda por Alonso de Molina

 

 

        Si pudiera tener una conversación con Buda en esa hora temprana de la alborada, en que el día se te antoja entero con todos los minutos por delante, en esa hora, digo, cuando todo está en calma y te sientes parte del sereno silencio de la mañana, de pie en el jardín, mirándolo de frente me pregunto qué le podría decir al Gautama. Tal vez, le diría lo agradecido que estoy por su ejemplo, sus enseñanzas, su bondad y su sabiduría en la búsqueda de la paz interior.

 

Le formularía a Siddhartha Gautama, preguntas que no son fáciles de responder. En primer lugar, le preguntaría sobre la importancia de la compasión hacia uno mismo y hacia los demás: —Tú, que abandonaste tu vida de lujo y comodidad para buscar la verdad, la compasión y la sabiduría, ¿cómo podría aplicar tus enseñanzas en mi día a día? ¿Cómo cultivar la compasión y cómo puedo superar los obstáculos que a menudo nos impiden ser compasivos, cómo comprender que dar es recibir?

 

También me gustaría explorar con el Gautama el tema de la sabiduría y cómo puedo desarrollar una comprensión más profunda de la naturaleza, de la realidad para vivir con mayor claridad y acierto. Cómo podría mejorar mi capacidad para, aquí y ahora, sentir con plenitud la prudencia y la sensatez, el estar presente en el momento, cultivar la calma mental y encontrar paz interior incluso en medio de las circunstancias adversas y desafiantes.

 

La respuesta las podré encontrar, base de sus enseñanzas, en las Cuatro Nobles Verdades que Buda formuló, verdades en las que inexorablemente está basada la existencia humana:

 

 

• Sufrimiento
• Origen del Sufrimiento
• Cese del Sufrimiento
• Camino que lleva al cese del sufrimiento

 

 

 1. Dukkha (Sufrimiento): La primera verdad establece que toda existencia es intrínsecamente insatisfactoria. El sufrimiento es parte de la vida y se manifiesta en diversas formas. Reconocer esta realidad es el primer paso hacia la liberación.

 

2. Samudaya (Origen del Sufrimiento): Esta verdad señala que el sufrimiento tiene una causa. Esa causa es el apego (tṛṣṇā) y el deseo insaciable. Nuestros apegos a cosas materiales, relaciones y deseos nos atan al ciclo de sufrimiento.

 

3. Nirodha (Cese del Sufrimiento): La tercera verdad ofrece esperanza. Afirma que el sufrimiento puede cesar. Para lograrlo, debemos liberarnos del apego y alcanzar un estado de paz y liberación total: Nirvana.

 

4. Magga (Camino que lleva al cese del sufrimiento): La cuarta verdad es el camino hacia la liberación. Es conocido como el Óctuple Sendero (o Noble Camino Óctuple). Este camino incluye aspectos como la comprensión correcta, la conducta ética, la meditación y la sabiduría. Al seguirlo, podemos alcanzar la iluminación y liberarnos del sufrimiento.

 

 

Vivir el momento presente, aquí y ahora

Estas verdades son esenciales en las enseñanzas budistas y han sido transmitidas a lo largo de la historia. Al comprenderlas y vivirlas, podemos encontrar la paz integral del ser, la verdad del día a día. Escuchar, practicar la empatía, brindar tu tiempo y aceptar las diferencias, ofrecer una sonrisa y celebrarlo todo. Recuerda que cada nuevo día, cada mañana nacemos de nuevo. Lo que hacemos hoy, aquí y ahora, vivir el momento presente, es lo que más importa.

 

 

Noble Sendero Óctuple

 

• La Comprensión Correcta

 

• El Pensamiento Correcto

 

• La palabra correcta

 

• La acción correcta

 

• La ocupación correcta

 

• El esfuerzo correcto

 

• La atención correcta

 

• La meditación correcta

 

 

 

—Compresión correcta

 

La Comprensión Correcta, el primer paso del Noble Sendero Óctuple en el budismo, implica entender las Cuatro Nobles Verdades: la existencia del sufrimiento, su causa (deseo y apego), su cesación, y el camino hacia su fin. Esta sabiduría fomenta una visión clara de la naturaleza de la realidad y del sufrimiento, guiando a los practicantes hacia la liberación y la paz interior. Es la base para la práctica ética y la meditación.

 

 

El Pensamiento Correcto, segundo paso del Noble Sendero Óctuple en el budismo, implica cultivar intenciones de renuncia, benevolencia y no—violencia. Significa alejarse de pensamientos de apego, mala voluntad y crueldad, promoviendo actitudes de amor y compasión hacia todos los seres. Esta práctica mental orienta las acciones y palabras hacia la armonía y la paz, esencial para avanzar en el camino hacia la iluminación y la liberación del sufrimiento.

 

 

La Palabra Correcta, tercer paso del Noble Sendero Óctuple en el budismo, implica hablar de manera veraz, amable y útil. Evita la mentira, el chisme, las palabras hirientes o vacías. Practicar la comunicación honesta y compasiva fortalece la armonía interpersonal y la paz interior. Este aspecto ético de la práctica budista fomenta la construcción de relaciones saludables y el desarrollo de la sabiduría, allanando el camino hacia la liberación del sufrimiento.

 

 

La Acción Correcta, cuarto paso del Noble Sendero Óctuple en el budismo, implica actuar con bondad, compasión y respeto hacia todos los seres. Se refiere a abstenerse de causar daño físico o emocional, y a promover la generosidad y el cuidado hacia los demás. Esta práctica ética no solo beneficia a los demás, sino que también purifica la mente del practicante, cultivando la paz y la armonía en el mundo.

 

 

La Ocupación Correcta, a veces llamada Modo de Vida Correcto, es el quinto paso del Noble Sendero Óctuple en el budismo. Se refiere a elegir una profesión o actividad que esté en armonía con los principios éticos y espirituales del budismo. Esto implica abstenerse de actividades que causen daño o sufrimiento a otros seres, y en su lugar, buscar medios de subsistencia que promuevan el bienestar y la compasión hacia todos los seres sintientes. Es una parte fundamental de la práctica budista para cultivar una vida significativa y ética.

 

 

El Esfuerzo Correcto, sexto paso del Noble Sendero Óctuple en el budismo, implica cultivar una actitud de diligencia y compromiso en la práctica espiritual. Se trata de dirigir la energía mental hacia la superación de las tendencias negativas y el desarrollo de cualidades positivas como la compasión, la sabiduría y la atención plena. Este esfuerzo equilibrado y constante es esencial para avanzar en el camino hacia la liberación del sufrimiento y el logro de la iluminación.

 

 

La Atención Correcta, séptimo paso del Noble Sendero Óctuple en el budismo, implica mantener una conciencia plena y clara del momento presente. Se trata de observar los pensamientos, emociones y sensaciones corporales con objetividad y sin apego, sin dejarse llevar por la distracción o el juicio. Esta práctica de atención plena promueve la comprensión profunda de la realidad y ayuda a liberar la mente del sufrimiento al cultivar la aceptación y la ecuanimidad.

 

 

 

La Meditación Correcta, octavo paso del Noble Sendero Óctuple en el budismo, implica desarrollar la concentración profunda a través de prácticas meditativas como el samadhi (estado de conciencia en plenitud, sin distracciones ni juicios, que se puede alcanzar durante la meditación). Esta meditación busca cultivar estados mentales de calma y claridad, permitiendo una introspección profunda y la penetración de la verdadera naturaleza de la realidad. La Meditación Correcta conduce a la purificación de la mente, facilitando la liberación del sufrimiento y el avance hacia la iluminación.

 

 

Budismo. Cristianismo. Semejanzas

 

El Noble Sendero Óctuple en el budismo y ciertos principios del cristianismo comparten varias similitudes en cuanto a ética, comportamiento y desarrollo espiritual:

 

 

 1. Ética y Moral

 

—Noble Sendero Óctuple: La Palabra Correcta, Acción Correcta y Ocupación Correcta enfatizan la conducta ética.

 

—Cristianismo: Los Diez Mandamientos y las enseñanzas de Jesús promueven la honestidad, la bondad y el respeto hacia los demás.

 

 

 2. Desarrollo Interior

 

—Noble Sendero Óctuple: La Comprensión Correcta y el Pensamiento Correcto fomentan el desarrollo de una visión clara y una intención benevolente.

 

—Cristianismo: La renovación de la mente y el corazón, mencionada en Romanos 12:2 ("No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento"), resalta la importancia de la transformación interna.

 

 

 3. Atención y Meditación

 

—Noble Sendero Óctuple: La Atención Correcta y la Meditación Correcta se enfocan en la atención plena y la concentración.

 

—Cristianismo: La práctica de la oración y la meditación cristiana busca una conexión profunda con Dios, promoviendo la introspección y la paz interior. Ejemplos incluyen la oración contemplativa y el uso del silencio en la espiritualidad cristiana.

 

 

 4. Esfuerzo y Diligencia

 

—Noble Sendero Óctuple: El Esfuerzo Correcto implica el esfuerzo constante para desarrollar cualidades positivas.

 

—Cristianismo: La exhortación a vivir una vida diligente y virtuosa se ve en pasajes como 2 Pedro 1:5—7, que anima a añadir a la fe virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal y amor.

 

 

 5. Compasión y Amor al Prójimo

 

—Noble Sendero Óctuple: La ética budista resalta la compasión y el deseo de aliviar el sufrimiento de todos los seres.

 

—Cristianismo: El mandamiento de Jesús de amar al prójimo como a uno mismo (Mateo 22:39) enfatiza la importancia del amor y la compasión hacia los demás.

 

 

 

Mucho se queda en el tintero, no obstante, para finalizar, diremos que, aunque el budismo y el cristianismo tienen diferencias teológicas y doctrinales significativas, comparten un enfoque en la ética, la transformación interior, la práctica de la meditación o la oración, y el amor y la compasión hacia los demás. Estas similitudes pueden servir como puntos de encuentro para el diálogo —más allá de la religiosidad—, la comprensión y el entendimiento mutuo.

 

 

En conclusión, tanto el Noble Sendero Óctuple del budismo como las enseñanzas éticas y espirituales del cristianismo promueven principios fundamentales de conducta ética, desarrollo interior, y compasión hacia los demás. A pesar de sus diferencias teológicas, ambos caminos buscan la transformación del individuo a través de la práctica consciente, la meditación o la oración, y el amor al prójimo. Estas similitudes subrayan valores universales de la humanidad y ofrecen un terreno fértil para el diálogo interreligioso, fomentando un mayor entendimiento y respeto mutuo entre estas dos grandes tradiciones espirituales.