El persistente y urgente problema de la paz ha
sido objeto de discusión durante más de un siglo, sin que se haya logrado encontrar una solución armoniosa, estable y generalizada. La presencia de armas sofisticadas y poderosas ha agravado las
consecuencias de los conflictos, pero también ha generado una creciente conciencia sobre la necesidad de acuerdos de desarme y esfuerzos por alcanzar la paz universal.
Aunque las Naciones Unidas fueron creadas en
1945 con el objetivo de mantener la paz, la seguridad internacional y promover relaciones amistosas entre naciones, lamentablemente, hasta la fecha, no ha logrado sus metas debido a las
significativas diferencias de intereses entre sus miembros.
Resulta evidente que el papel del dinero en la
sociedad, que corrompe y compra voluntades y naciones, así como las marcadas diferencias en las concepciones humanas e ideologías, son factores clave que obstaculizan el progreso hacia la paz en
un mundo globalizado.
A pesar de los esfuerzos por lograr la
coexistencia pacífica entre las principales religiones del mundo, los avances han sido mínimos, manteniendo brechas significativas con la ciencia y sus avances. Albert Einstein,
inspirado por las ideas de Baruch Spinoza, abogaba por la unificación de la ciencia y las religiones, así como por un respeto reverente hacia la naturaleza y sus leyes, sugiriendo que
esto podría haber contribuido considerablemente a la consecución de una paz estable.
Si bien mi propuesta de abolir el dinero y
crear una nueva religión basada en valores universales asociados a la ciencia y al respeto por una ética totalizadora puede parecer utópica, es imperativo que estas metas se aborden con
argumentos reales, efectivos y factibles. No podemos conformarnos con seguir los mismos patrones de comportamiento. Si queremos tener un mejor futuro, aunque nos duela, debemos dejar de vivir
dependiendo de las partes del pasado que nos paraliza.
Reconozco que mi propuesta es revolucionaria y posiblemente la más difícil de implementar. No obstante, al observar la historia humana, encuentro inspiración en las posibilidades de
éxito. Es plausible que estos cambios también conduzcan a una re-evaluación de la actual y patológica acumulación de bienes, simplificando el modo de vida y separando las necesidades individuales
de adquirir y mantener objetos, de las necesidades de uso público. Este cambio podría mejorar la calidad de vida en términos de armonía entre los seres humanos, la naturaleza y los recursos de la
sociedad humana.
© Prof. Dr. Ernesto Kahan © Presidente Coalición Internacional por la Paz, Pte. Paz Arte Cultura, diciembre de 2023
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