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9 Poemas de Mayra R. Encarnación (Puerto Rico)

PALABRA

 

Descoloqué mi verbo

 Embebí el repertorio de mis proezas

 

Descubrí los surcos

 sin cruzar

 las corrientes cristalinas

 estancadas en el mar

 

Asenté las marejadas de mis recuerdos

 

Heme aquí

 rescatando

 rebuscando

 resonando

 

la poética de los desvaríos descosidos

 almacenados en volcanes adormecidos

 en figuras asimétricas del viento

 en estanques putrefactos de sufrimiento

 

 Heme aquí

 médula de mis amaneceres

 cruzada de mis alucinaciones

 

Busco tu orilla

Sujeto tus defensas

en el altar de tu nacimiento

 

 

P.D. Todas las madrugadas retorno al eco de tu voz.

 

 

INVISIBLES

 

¡Bienvenida al mundo de los seres invisibles!

(Escuché en la tele)

 

In

Vi

Si

Bles

 

No importa el ropaje

la voz

la entonación

 

In     vi      si      bles

 

Llueve la desolación

Relampaguea la epidermis deprimida

El espejo te deshoja

La tierra nos retuerce

 

Grito

Soberbia

Sueños sin descanso

Párpados sin revivir

 

In

Vi

Si

Bles

¿Quién te regresa al país de los sueños?

¿Cómo te alumbras en la caverna?

 

Tiro la cuerda

Usurpo la aldaba.

 

P.D. Un virus desvalijó mi ser y estar.

 

 

OLOR A GRITO

Me persigue el derrumbe de las revoluciones

Tumultos de susurros

cavilan por las entrañas

Soy mirada enlutada

Viveza secuestrada por las palabras

Distancias sin pasajes trazados

Olor a grito sin aliento

Desvivo la ocasión por sentir

recorrer

emigrar de piel

colonizar el tiempo perdido

Respiro tu inexistencia

Camino tu delirio.

 

CAMINO

Camino

sin pasos firmes

con sobrepeso

Camino

líquido sueño

desatado tiempo

 

Vuelco la semilla

Enjugo la tormenta

Camino

Camino

sin pasos firmes

enmarañando el fluir del viento

 

Camino

la flauta agudiza el ocaso

mi ceiba enraíza la tregua

 

Camino

solitaria multitud de seres humanos

 

Camino

paso desteñido del desamparo

 

Vereda del quebranto

vórtice de gritos taciturnos

 

Camino

Camino.

 

AGUA MANSA

Nos dijeron consume agua mansa del silencio

único refugio del pecado

Nos sembraron en las venas resguardo de olvido

cortaron nuestras palabras

cercenaron nuestros pasos

violentaron nuestros espejos

 

por cada laurel un farallón

por cada pendón un cortafuego

 

Somos esas mujeres hijas del caracol ancestral

que mana leche y miel

 

Somos esas criaturas que envenenan sus entrañas

como acto de exorcismo o purificación

(mirada firme)

estirpe en erupción

 

Nos dijeron que estrecháramos el oficio del hogar

como manifestación indelegable

armamos la casa

a los hijos

a las hijas

 a la escuela

 desde el espacio de la voluntad

diseminamos la palabra libertad

cuarto propio huracán de pasión

cuarto propio sostén de la educación

ya el telar desteje la mordaza

el solar vierte su melaza

Somos cuerpo insurrecto

 

Somos marcha invariable en un-Caribe sin suelo

Somos grito desabrigado en tierra fértil

Somos

¡Somos!

P.D. Filtramos el agua mansa con sangre de rebelión.

 

ANCESTRAS

a Antonia Jiménez

 

tu pupila visita mi infancia

despierta el centro de mi hoguera

ceñida a tu paso de abrojos

hierbabuenas y azucenas

espíritus y rituales

tus manos amasan mi esencia

olor a lluvia perpetua

destierro de cadenas

humo de bocanadas transitorias

vidas eternas

sumergidas en las madreselvas

 

tus veredas

no alcanzan mi paso

mis pies sumergidos en la destrucción del espíritu

ahogado

se vierte en tu sendero

recorro tus huellas vencidas

respiro tu aliento sin descanso

grito tu nombre

suenan las cruces

grito tu nombre

emerges de la tierra

grito tu nombre

exorcizas mi pesadumbre

con el néctar de tu existencia

Esparces lluvia fresca

en la hojarasca de mis atardeceres.

 

Germinas en la tierra fecunda de mi hoguera.

Grito tu nombre

Grito tu nombre

 

P. D. Tu cayado acompaña mis cruces.

 

GUAYABA

Muerdo

Sí, muerdo a bocanadas de embeleso

Viajo a la semilla del bosque idílico

(olor a retoño)

 

Turbidez de sensaciones a vuelo lento

(olor a viento)

 

Purpurea mi piel enhiesta

sobre el hosco tronco

Nos convertimos en retoño

de auroras libertinas

Enterramos la simiente

 

Deshojamos la cáscara carcomida

por el destiempo

 

Tomo el fruto prohibido

a bocanadas

a ritmo lento

Olfateo cada semilla con la orilla del olvido

Despierta la inquietud

Enjugo mi paso

 con el néctar de su savia

Desembocamos en la noche perturbada

Volcamos frutos en abierta andanada

Riego mis latitudes

Destrono la montaña del olvido del cuerpo

como substancia primaria del ensueño

Destierro en mitades

 el fruto prohibido

 

Muerdo

Sí, muerdo a bocanadas de embeleso

P.D. Sí, muerdo con ritmo caribeño.

 

ANDANZAS

Refúgiate en las andanzas de mi piel

Serás acogido como tierra floresta

o campo por espigar

Rociaremos vendavales

de gemidos desconocidos

 por nuestros cuerpos

hasta alcanzar la conjugación perfecta

de tu voz.

 

Refúgiate en las andanzas de mi piel

para provocar espumas

 en la arena de tus sendas

o sostener la ola de tu canto

Delataremos la cúpula 

en el olimpo de nuestro abrazo

hasta nutrir el cuerpo de humedades

 

Refúgiate en las andanzas de mi piel

Serás acogido como tierra floresta

o mar revuelto

y comenzaremos el ascenso

 al firmamento de nuestros instintos

 

Refúgiate con sangre nueva

Refúgiate con afán

 

P.D. Solo así merecerás pulsar la cítara

de mi ombligo.

 

ANARQUÍA

 El silencio de los recuerdos deshoja el calendario

días

años

décadas

revolotean en tu corriente sanguínea

a fuerza de olvido

a ritmo perpetuo

pasas la película infecunda del perdón

reavivas la llama del adiós

mora en tu ánima

carcome tus cenizas

surca tu sombra

Soplos trasnochados crujen

en la verdad del olvido

(desamor abrigado

cielo inmortal de atajos)

Destrona el ojal del calendario

hasta esparcir el sudor a lluvia fresca

en la expiración del ocaso

volcado en la opacidad de tu partida

 

Libera mi presencia en ti

el río ahogó otras fuentes

inundó otros mares

embebió otras fuentes cristalinas

 

No soy en ti

desanudé mi barca

para navegar en piélagos furtivos

No soy en ti

arrimé mi vuelo al vacío

como estallido en flor primaveral

 

Soy en mí

como lumbre enardecida

por las pasiones reverdecidas

al compás del amor.

 

P.D. ¿Qué hacemos con el corazón cuando muere un vestigio de tu vereda amorosa?

 

Mayra R. Encarnación Meléndez, trabaja en la Universidad de Puerto Rico en Carolina. En octubre de 2014 participó en el 13° Encuentro Internacional de Poetas y Narradores de Las Dos Orillas, y el 3er Congreso Americano de Literatura, celebrado en Uruguay. En dicha ocasión, recibió la distinción de Visitante Ilustre en la ciudad de San Carlos. En mayo de 2015, presentó Metáforas del olvido en el Encuentro de Poetas del Mundo, la Isla en versos en Cuba. Obtuvo el primer premio en poesía en el Certamen de Micro-literatura organizado por El Post Antillano, 2018. Ha publicado los siguientes libros: Deshilo del costado, 2003; El otro en mí, 2003; Tránsfuga, 2009; Metáfora del olvido, 2015; Brújula del tiempo, 2019; Violencia nuestra de cada día (Antología), 2020; El silencio del olvido. Antología literaria sobre el Alzheimer, 2022; Des(atar), 2022 y Aura y el mar, 2022.
En el 2020, la antología Violencia nuestra de cada día obtuvo el Primer Premio Nacional por el PEN de Puerto Rico Internacional. Es coeditora del libro La era de la brevedad. Antología de microrrelatos y ensayos sobre el género, Premio Nacional Libro Híbrido por el PEN de Puerto Rico Internacional 2022.

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