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Entrevista a Sara Beatriz Vanegas Coveña. Ecuador.

Por Alonso de Molina

 

En poesía, el ritmo es automático, al igual que la secuencia de imágenes y símbolos. Hay un momento en que el poema quiere ser liberado, y entonces ya está listo.

 

Mucho se ha dicho, y con asombro, acerca de nuestra entrevistada. Su poesía es pasear despacio por un cuidado jardín que rezuma naturaleza y simbología en el marco de una cuidada musicalidad inherente a sus poemas.

Poemas escritos con la brevedad de un relámpago, donde lo triste, lo bello, lo sutil... son simplemente manifestaciones de una cuidada obra poética que va creciendo conforme se minimizan los poemas. 

No existen los enigmas, la poesía de Sara Vanegas es clara y translúcida como la corteza de un árbol o la cumbre de una montaña, pero sólo podrás sentir su magnetismo si te aproximas y las ves con tus propios ojos.

Ante el stress y el delirio de la forma de vida actual, la poesía de Sara Vanegas, aún dentro de la sencillez, no deja de estar sometida a símbolos y códigos de manifiesta complejidad que, de alguna manera, obliga al lector a utilizar más recursos mentales, especulativos, cerebrales… podríamos decir que, la poesía de nuestra entrevistada, es una forma ilustrada de meditación que nos podría poner en acción ciertas zonas del cerebro posiblemente adormecidas y te sumerge en las profundidades de tu ser a través de sus versos cortos comedidos certeros.

Respecto a su poesía, su forma de escribir, sus referencias e inquietudes, ella misma, sintetiza y manifiesta las siguientes puntualizaciones:

1.- “En el principio era el Verbo”, reza en las Sagradas Escrituras (Evangelio según San Juan). Es decir, la Palabra, la Poesía. Esto significa que la Poesía estuvo presente en el mundo desde siempre.

2.- Según una idea atribuida a Shelley, hay un solo poema a lo largo de la historia, al cual cada vate va agregando su propia obra, en una suerte de cadáver exquisito muy peculiar. La idea es fascinante, desde luego, y nos permite soñar con ser parte de ese poema infinito, universal.

3.- “Se vive con la esperanza de ser un recuerdo”, sentencia Antonio Porchia, por otra parte. Y claro, ¿a quién no le gustaría –en el caso de los poetas- ser recordado(a) con algún verso de su autoría? (Se me vienen a la mente estas líneas de Manuel Gutiérrez: “¡No moriré del todo, amiga mía!/ de mi ondulado espíritu diverso/ algo en la urna diáfana del verso/ piadosa guardará la Poesía”. Sí, nuestra Señora la Poesía. En cuanto a autores adorables, mencionaré solo unos cuantos: García Lorca, Whitman, Bachmann, Celan, Hikmet,  Berk, Trakl, Pessoa, Pizarnik, D. M. Loynaz, César Dávila, Orozco, Paz…

En primer lugar, agradecerte, Sara, el que me hayas dado esta oportunidad de entrevistarte, pues me permite conocer un poco más de ti, de tu obra, de tus proyectos. Decirte que estoy gratamente sorprendido de tu versatilidad y capacidad de trabajo: Poeta, ensayista, traductora, profesora, editora, crítica literaria, antóloga, activista cultural…

Son los retos que te pone la vida. Escribir poesía me libera, me permite crear y, de alguna manera, vivir en otros mundos posibles. En mis ratos libres traduzco poemas del alemán (viví en Múnich cerca de 7 años). Me gusta mucho la cátedra universitaria y la investigación. La Universidad del Azuay me acaba de publicar Poesía Ecuatoriana (Antología Esencial), con 560 pp., que incluye poetas del siglo XX y de algunos del XXI.

 

Sara, tu poesía es breve, concreta, sucinta; ¿es realmente necesario desnudar la palabra, quitarle adornos, quiero decir quitarle toda la paja e ir al grano?

Ese es mi estilo. Me agrada encapsular vivencias, emociones, pensamientos. (De hecho, admiro mucho la poesía japonesa).  ¿Para qué volver y volver sobre lo mismo, si con pocos versos ya has dicho tu verdad?

Tu obra, por sucinta y desnuda de palabras, como hemos apuntado anteriormente, no deja de estar sometida a símbolos y códigos de manifiesta complejidad que, de alguna manera, obliga al lector a utilizar más recursos sensoriales, especulativos, cerebrales…

Me interesa llegar al lector, sí. Pero no olvidemos que el arte (y en este caso la poesía) es exigente. Por otro lado, quien escribe tiene sus propios símbolos, fantasmas, obsesiones que inevitablemente afloran en los textos. Es sabido que la obra literaria representa, en gran parte, las vivencias y expectativas del autor (a); y tanto vivencias como expectativas suelen escribirse mejor a través de símbolos y códigos propios.

¿Son tan parecidos los idiomas castellano y alemán? ¿Queda desvalido un poema con la traducción? Y en cualquier caso ¿en qué idioma te encuentra más cómoda escribiendo?

Desde luego que me siento más cómoda escribiendo en mi lengua materna. Español y alemán son idiomas bastante diferentes, aunque comparten, en buen grado, su estructura morfológica. Son parecidos en cuanto a complejidad y versatilidad. El alemán es muy exacto y directo en la expresión (probablemente tomo de él estos elementos para mi escritura).  Por supuesto que la traducción merma, y a veces desfigura el poema original. Ya lo dice el refrán italiano: traduttore traditore.

 

¿En tu poesía está implícito el compromiso con la sociedad, con nuestro tiempo, con divergencias como el sexismo, con lo políticamente correcto? ¿Qué cambio o que giro debería dar la poesía para que no sea considera un mero ingrediente ornamental –como ocurre en muchísimas ocasiones–, y si, efectivamente, como manifestó Celaya “La poesía es un arma cargada de futuro”?

Mi poesía es expresión de libertad, de búsqueda, y aspira a ser universal. Se ocupa de los temas de siempre. No quiere ser sectaria. Admito que hay escapismo en lo que escribo, justamente por sentirme en desacuerdo total con las políticas que están llevando al mundo a la deshumanización y su destrucción. Intento construir con palabras una realidad más amable y más humana.

Tienes obra literaria escrita y reconocida, ensayos, narrativa, antologías… no obstante es tu obra poética la que destaca; en este sentido, ¿es la poesía una parte de la literatura o poco o nada que ver tiene la poesía con la literatura como viene sosteniendo el poeta español Antonio Gamoneda?

Contesto a esta pregunta con una cita de Anne Carson: “Si la prosa es una casa, la poesía es alguien en llamas corriendo a través de ella" (Bellísima imagen, además).

Por cierto, ¿qué te inspira, en qué te inspiras? Dime tres matices que te pueden influir en tu manera de escribir y sentir la poesía.

La primera y última fuente de inspiración es la vida misma, en todas sus circunstancias, con todos sus altos y bemoles. Concretamente, el tiempo, el (des)amor, la muerte, la naturaleza (el mar, el desierto). Pero también el arte, la contemplación de cuadros, escuchar música, las lecturas me ayudan a adentrarme en la existencia. Comparto las palabras de Susan Sontag cuando manifiesta que “la lectura, el amor a la lectura es lo que incita el sueño de ser de una escritora”

¿Crees que la poesía tiende a simplificar lo complejo o por el contrario tiende a complicar las cosas sencillas?

Ni una ni otra cosa. La poesía es una realidad en sí misma, que puede expresarse de manera sencilla o compleja, según quien la escriba. Claro que estos adjetivos son siempre relativos. ¿Hasta qué punto, por ejemplo, los famosos versos de Gertrude Stein  “Rose is a rose is a rose is a rose” son sencillos? Sabemos que la escritura es plural, que juega con los significados y los trasciende; que la repetición, no es gratuita (Deleuze habla de la importancia de la “repetición, repetición y diferencia”).

 

¿Quién nombra a las poetas? ¿Qué condiciones se deben cumplir para ser considerado poeta?

Un(a) poeta lo es o no lo es, sin necesidad de ser reconocido(a) como tal.

El poeta, los poetas, son gente discreta, afable, dicharachera, egocéntrica… ¿Egocéntrica? ¿Hay mucho egocentrismo entre los poetas o acaso somos unos pela pavas exagerados?

Creo que los hay de todos los matices.  Un(a) poeta es un ser humano y como tal puede adolecer de cualquier defecto, así como también puede ser portador(a) de grandes virtudes.

¿Está tomando la poesía un nuevo rumbo, digamos más global, más cercano a la gente de la calle y no tanto a la gente de índole intelectual y académico? ¿Para qué sirve la poesía? ¿Qué aporta, por qué es bueno leer poesía?

Pienso que la poesía (leerla y/o escribirla) nos aligera de la carga del mundo. Tal vez sea esta su función. Sin olvidar, ciertamente que el poeta es, ante todo, y en palabras de Pessoa, “un fingidor”, y lo es de tal modo, “que llega a fingir que es dolor / el dolor que de veras siente”. Por otro lado, actualmente se habla de un proceso de concienciación y sensibilización, que podría llevar a que la gente disfrute más de la poesía. Y, en general, diría que, pasada la etapa de experimentación, los poetas tienden a utilizar un lenguaje más accesible en sus textos.

Tu secreto mejor guardado ¿cómo es tu proceso al escribir? ¿Cómo haces? ¿Qué cosas remueves hasta concretar un poema? ¿Cuál es la arquitectura que haces prevalecer en el poema, cómo los construyes para que versos, ritmos, espacios en blanco se articulen y consigan llegar al lector?

En primer término, el poema fluye.  El ritmo es digamos que automático, al igual que la secuencia de imágenes, símbolos, etc. En una segunda instancia, revisamos y corregimos el texto (cacofonías, ripios, lugares comunes…). Hay un momento en que el poema quiere ser liberado, y entonces ya está listo.

Algunos poetas, incluso de cierta relevancia, aducen que “La poesía no sirve para nada, pero es indispensable”. Otros en cambio, sugieren, tal como lo desea la conocida poeta americana Sharon Olds, que el poema, la poesía en general, debe ser útil. ¿Por qué leer poesía, qué aporta, por qué es bueno leer poesía?

Citaré, a mi vez, a Anne Carson, "El arte es algo con lo que ocupar tu mente mientras soportas la realidad”

¿Quién es mejor poeta es el que más vende, el que más publica, el que más escribe, el que más premios y reconocimientos recibe…?

El que mejor escribe, obviamente. Los demás factores son totalmente secundarios.

¿Es más poesía la que hace reír, la que te pone triste o la que te remuerde las tripas y te invita a la reflexión?

La que intensifica nuestra conciencia del mundo.  Gelman dice que “la poesía es palabra calcinada”. Pero también la que mejor nos aligera de nuestro terrenal equipaje y nos conduce a zonas de gran sensibilidad y entusiasmo. En este sentido, son grandes poetas tan disímiles como Whitman, Bachmann, Celan o García Lorca.

¿Es imprescindible ser innovador en poesía?

Un(a) buen(a) poeta generalmente lo es.

¿Harta de malos poetas? ¿Todo vale en poesía?

Claro que no todo vale, La poesía es o no es.

El poeta es un pequeño dios. ¿Tenía razón Vicente Huidrobro?

Sí, en cuanto a que puede crear (o recrear más bien) realidades que no son fácilmente percibibles. Como decía Lorca, “el misterio de las cosas es la poesía”. Y los poetas están para descubrirlo.

Seguimos hablando de poesía. ¿Se trata de un acto consciente; es, tal vez, fruto de la inspiración divina, o quién sabe si se trata de la terca  búsqueda de lo imposible?

Me inclino por la última hipótesis.

 Los premios,  ¿significan algo para la poesía, para el poeta, más allá de los halagos y del monto económico?

Son un aliciente para el (la) poeta.

Parece ser la regla no escrita. Las editoriales no apuestan decididamente por la poesía, y menos aún por poetas desconocidos o de menor pelaje. En este caso, ¿recomiendas a los autores la auto-publicación como si de un Walt Whitman cualquiera estuviéramos hablando?

¿Por qué no? Sabemos que escritores de renombre han tenido grandes dificultades para que una editorial aceptase publicar sus primeras obras. Claro que antes de hacerlo hay que someterse a un duro proceso de autocrítica.

¿Crees que el libro digital acabará con el libro de papel?

Desgraciadamente, sí, aunque no a muy corto plazo. Sin embargo, ya hay señales claras de que así será. De hecho, la antología de poesía ecuatoriana que acabo de publicar, por ejemplo,  está concebida como libro electrónico. Hay pocos ejemplares impresos.

A tus años, querida Sara, tienes todavía todo el futuro por delante. Has publicado una buena cantidad de obras, ¿eres consciente de que, gracias a nuestro idioma, tenemos un mercado potencial de lectores que ronda los quinientos millones de personas? ¿De qué manera puedes hacer llegar tus libros a los hispanohablantes de uno y otro lado del atlántico?

Por ahora confío más en los medios electrónicos y en las redes sociales que en otro tipo de difusión.

Por cierto, ¿quién es Sara Beatriz Vanegas Coveñas? ¿Qué te queda por hacer en esta vida querida poeta, echas en falta algo que no hayas hecho todavía?

Espero seguir escribiendo y escribiendo. Es claro que aún no ha nacido mi mejor obra.  Y, seguramente, nunca lo hará.

 

 

Poemas de Sara Beatriz Vanegas Coveñas

Selección de la autora.

 

 

CIUDADES

ciudades ya idas. pueblan el éter como fantasmas adorables. se revelan a

los ahogados y a los suicidas. ciudades hechas de bruma y siglos.

susurran como sirenas en la noche. cautivantes y eternas. ciudades imposibles

 

***

catedral en llamas bajo el agua. rumor de viejas oraciones. a los astros a la

 

efímera transparencia de las olas. túneles secretos rampas y espejismos. toda una ciudad  en sus naves. toda una leyenda de música y misterios. grandes ojos y pechos escamados. que hoy vuelven con la luna azul

y el planeta temblará en cataclismos:

el futuro no es sino una brizna del pasado

 

DANZA ÁRABE

                        A Piotr Tchaikovsky                                      

desde el fondo del antiguo mar apagado (su alma insepulta aún sueña con

blancos veleros y finas sedas) una voz apenas audible rompe la sábana de

fuego en rara melodía. la lenta caravana se mueve pesada, ignorante de esa música.

mientras el día crece ávido entre dunas y pájaros caídos.

al atardecer, la voz ha cuajado en el verdor súbito de una palmera.

 

***

en el gran estanque

la sombra de una ciudad aún no erigida 

sus ventanales y murallas

sus gentes venideras

su melancólico final…

solo la sombra

de su futura sombra

ya pasada

***

ciudades quemadas en la memoria

en cada estación en cada palabra

sumergidas como gigantescas chimeneas

ladrillos lacerados por el fuego

ciudades ya fantasmas

arden hoy en tu lengua

en tu olvido

***

ciudades sepultadas bajo sus propios escombros

ciudades que vomitan aguas oscuras

lunas negras

imprecisas

tu pie huella sus muros oxidados:

una flor de ceniza parece despertar junto a tu sombra

 

A Giorgio de Chirico

 

sombra que deambula sobre mis párpados

plaza muda

ventanas congeladas

cielo crudo violento

muy lejos

la silueta del tren que escapa

de ese raro e inmóvil paraíso

mis manos saborean el humo

que va quedando atrás

(De De la muerte y otros amores/ Death and the beloved)

SUEÑO

I

han vuelto los caballos oscuros a tu río

(ojos de brasa y sangre/ hocico de tinieblas)

tú te ocultas tras el último sauce derramado

tiritando desnuda hacia mis brazos ausentes

 

y regarás con tu sombra el rictus de mi boca

 

SUEÑO

  II

blanca daga sobre mi pecho oscuro

 

llegas como de espaldas a algún sueño triste

lames mi sangre entre las rocas

y te precipitas al mar …

 

POEMA

te hamacas a media tarde sobre mi mirada amante

me sonríes

y hay un río de miel entre tus labios ávidos

convoco las campanas los tréboles los mares

y voy hacia ti cantando

pero la tarde hace un paréntesis maldito

y me lanza de bruces a la realidad:

este solo poema

 

POEMA 7

escupo tu nombre en el agua

mientras la noche lanza sus escorpiones sobre mi corazón                                                                     

averiado y cobarde

la luna cada vez más alta

el aire en llamas

y el agua...

el agua que envenena mis labios

 

EXILIO

vienes del otro lado de las aguas tras

la huella pavorosa

de un adolescente muerto

para amar su ceniza

vienes, hermano mío, a refugiarte

en el antiguo misterio de la tarde

y el bosque en llamas te devuelve una vez

más su rota cabellera

 

 

GRIETAS

1

dedos de fuego sobre tu cabellera oscura

algo te arrastra de los ojos

y no preguntas/ avanzas

con pasos de sombra

al nacimiento oculto de la arena

entre horizontes de hueso y agua

 

 

2

rumor de sangre derramada

todo es tan equívoco / dudas

hay soles frente a ti desvanecidos

y ojos que juegan a inventarte una vez más

vacilante te miras las manos:

                                               un cántaro de barro

las sombras se inclinan / tú avanzas

 

al fondo: una luz te ciega desde la roca 

 

3

danzas inmemoriales / fuegos y máscaras

resucitan viejos muros / que serán destruidos

por otras voces

te acercas vacilante: el cántaro en las manos

el ara

nace un aullido en tu garganta oscura

un círculo de soledad se cierra sobre tus pies

hueles la sangre que manará del pecho

la sangre de la ofrenda

avanzas

(De Al Andar)

 

Sara Beatriz Vanegas Coveñas. Cuenca, Ecuador. Poeta, ensayista y traductora. Embajadora Universal de la Paz (París/Ginebra); Doctora en Filología Germánica (Múnich); Magíster en Docencia Universitaria (Cuenca); Profesora de Lengua y Literatura Española (Madrid); Consultora Internacional de Español como segunda lengua. Docente en universidades alemanas y ecuatorianas. Condecoración al Mérito Cultural, Asamblea Nacional Ecuador (2017), Dos veces Premio Nacional de Poesía Jorge Carrera A. (Antología Personal, 2000; Al Andar, 2004). Diploma de Excelencia, Asociación Prometeo de Poesía (APP), Madrid, 2010. Premio Hoja de Encina, APP, Madrid (Versos trashumantes, 2001). Mención Especial Pegaso, Rosario (PoeMAR, 1994).  Fue directora de la revista internacional Francachela, en Ecuador. Presidió el I Encuentro Internacional de Literatura (Cuenca, 2007). Publicaciones: 13 poemarios, 8 antologías críticas, 1 diccionario de literatura ecuatoriana, 1 novelina, libros sobre uso del español. Obras publicados en Ecuador, España y Estados Unidos. Poemas traducidos a: alemán, inglés, italiano, francés, portugués y rumano. Exbecaria de Alemania y España.

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