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Entrevista a María Milnne Ganadora del PREMIO LITERARIO INTERNACIONAL REINALDO ARENAS 2022

Por Alonso de Molina

 

Ganadora del PREMIO LITERARIO INTERNACIONAL REINALDO ARENAS 2022

 

A la protagonista de la historia no le falta entusiasmo para dotar de aliento, voluntad y esfuerzo a todos los niveles, además de una buena dosis de arrojo e ironía, en el cotidiano vivir del día a día; el título Muchas lecturas, muchos amores. Habla de esperanzadas e ilusionadas expectativas en la vida -trágicamente truncadas en numerosas ocasiones y vidas de infortunio en la inmensa mayoría- a través de un estilo directo y natural de impecable precisión con reflexiones certeras: Sé que no hay presente sin pasado, como tampoco hay futuro sin presente. Nada más preciso en esa Cuba paupérrima que nos muestra la autora, donde los sobornos, el trapicheo y los abusos de todo tipo empezando por los sexuales están a la orden del día, abusos de sexo asumidos por las víctimas y tolerados, haciendo la vista gorda, por parte de los miembros de la misma familia.

 

Se deja leer, el libro, con interés y agrado; emplea en el capítulo REMOLINO I, el lenguaje de argot que se utiliza en la empobrecida y decante isla caribeña. La autora exhibe todo un diccionario en jerga cubana, muestra una amplia variedad de expresiones utilizadas en la isla, incluyendo el vocabulario propio de la población más humilde. Desafortunadamente, en la sociedad cubana todavía existen problemas como el abuso sexual no consentido, incluso dentro de familias, que son tolerados y pasados por alto.

A pesar de los sesenta y tres años transcurridos desde la revolución, muchos jóvenes cubanos siguen luchando por encontrar un futuro próspero y una identidad nacional que les represente en el mundo. Estos jóvenes se enfrentan a una pregunta eterna que les pesa como una losa: ¿y ahora qué?

El libro, entre otras citas, en el segundo capítulo REMOLINO II hace referencia a los «Marielitos», apodo con los que se conocía a los cubanos que arribaron a Estados Unidos en la oleada migratoria conocida como Éxodo del Mariel, en 1980; e igualmente referencia a los trapicheos de los obreros que hasta se llevan el cemento de las obras para revenderlo o la facilidad con que las jovencitas ofrecen sus favores: “el hambre azota a todos por igual”, afirma la protagonista de esta historia. Por asociación, el apelativo «Marielitos», designa también a los delincuentes cubanos que organizaron pandillas en el mencionado país a partir tras desembarcar en Florida junto con el grueso de los refugiados ordinarios a inicio de los años 80 del todavía reciente Siglo XX.

¿Quién es Yulkie Sánchez Molina “María Milnne”?

—Antes que cualquier cosa soy una lectora vehemente. He contado en otra entrevista que crecí en un hogar sin libros, ningún miembro de mi familia estaba interesado en el arte o la literatura, pero tan pronto aprendí a leer, los libros se convirtieron en mi válvula de escape; comencé a viajar por el universo literario saltando de un autor a otro como si fueran planetas inexplorados. Mientras otros niños iban al patio de recreo, yo me refugiaba en la biblioteca. A los siete años ya había leído El principito, Corazón, Las aventuras de Tom Sawyer, casi todos los libros de Julio Verne y mucha poesía. Creo que ella fue la responsable de todo, porque al principio nadie me habló de métricas ni estructuras, pero fue algo innato imitar las rimas de otros con mis propias ideas. Recuerdo que por esos años mis compañeras de aulas hacían algo que llamábamos “libreta de versos”, era una especie de cuaderno con poemas de amor que transcribían de los libros. Yo también tenía la famosa libreta, pero con poemas propios, -fatales casi todos, por supuesto- A eso le sumo la labor de mis maestros. Es importante ver a los niños como seres individuales y desarrollar las habilidades de cada uno. Una de mis maestras se dio cuenta de que se me daban las composiciones, así que me exhortó a participar en un concurso de poesía que otorgaba la revista infantil Zunzún y obtuve una mención. A eso le sucedieron otros certámenes. Luego me atreví a dar riendas sueltas a mi imaginación con los cuentos. Después de ese punto, sólo recuerdo que leer y escribir, escribir y leer era la prioridad de mi vida. Años más tarde me inscribí en un taller de poesía con el poeta y narrador cubano Ian Rodríguez y de ahí, al Centro de Formación Literaria “Onelio Jorge Cardoso”, de La Habana. No pienso en mi como escritora, sino como lectora, porque comenzar a escribir fue el resultado de aquellas lecturas. Hasta la fecha leo más de lo que escribo. El terror a la página en blanco nunca me ha sobrecogido porque siempre estoy leyendo, y cuando un libro es realmente bueno, me despierta las ideas.

Podríamos decir, querida Yulkie, que estás en racha, justo hace un año ganaste también el Premio Internacional Reinaldo Arenas en su versión poesía.

—No quiero hacer enojar a la novela, pero la poesía es mi favorita. La mayoría de mis libros publicados son de novelas infanto-juveniles, sin embargo, la poesía es la dueña y señora de mi hogar. Sinceramente creo que uso la narrativa como acto de sanación, o para abordar temas en los que no consigo ser breve. Si hablamos de comodidad, en ambos géneros me siento cómoda, pero si hablamos de preferencia, elegiré siempre a la poesía. Siento que los textos tienen vida propia y en mi caso, ellos eligen materializarse en forma de novela, poesía, obras de teatro y canciones. 

Permíteme, querida María Milnne, ofrecer al lector una reseña sobre la vida de Reinaldo Arenas.

Reinaldo Arenas Fuentes, (Aguas Claras, Cuba; 16 de julio de 1943 - Nueva York, Estados Unidos; 7 de diciembre de 1990), fue un novelista, dramaturgo y poeta cubano conocido por sus obras mágico-realistas y su oposición a la dictadura de Fidel Castro. ¿por qué abandonó Cuba y que ocurrió con él en los EEUU?

Reinaldo Arenas abandonó Cuba en 1980, durante el éxodo masivo de cubanos conocido como el "Mariel Boatlift"[1]. Arenas había sido encarcelado en varias ocasiones por sus críticas al gobierno de Fidel Castro y su homosexualidad, y en 1974 fue condenado a 10 años de prisión por supuesta "conducta homosexual".

Una vez en Estados Unidos, Arenas continuó su carrera literaria y se estableció en Nueva York, donde se convirtió en una figura importante en la escena literaria latinoamericana. Sin embargo, también luchó contra la pobreza y la enfermedad, y en 1990 fue diagnosticado con SIDA.

En su obra autobiográfica "Antes que Anochezca", Arenas describe su vida en Cuba y su lucha contra la opresión del régimen castrista, así como su posterior exilio y su vida en los Estados Unidos. La obra se convirtió en un best seller internacional y fue llevada al cine en el año 2000 por el director Julián Schnabel, con Javier Bardem en el papel principal.

Arenas murió en 1990, a los 47 años, como resultado de complicaciones relacionadas con el SIDA. Su legado literario, sin embargo, sigue siendo una voz importante en la literatura latinoamericana y en la lucha por la libertad y los derechos humanos.

—Indudablemente Reinaldo Arenas se ha convertido en un ícono para mí, pero si antes no hubiera leído a Martí, Whitman, Oscar Wilde, Borges, Gabriela Mistral, Huidobro, Yeats, Tagore, Mark Twain, Vallejo, Verne, Antonio Machado, Lorca, Laura Freixas -y tantos otros que no menciono para no extenderme demasiado-, no hubiera alcanzado jamás a construir mi personaje de escritora. El autor que más me influye es el que esté leyendo en el presente. Por ejemplo, ahora me debato en un duelo abierto entre Jodorowsky, Murakami y Las Pasiones Epistolares de la Avellaneda -porque esa es otra peculiaridad en mi hábito de lectura, “voy con varios y para el bien de todos.” Puedo ir con Murakami a escuchar la canción del viento y Pinball 1973 al Bay Spring Lake cerca de casa, de regreso me puedo perder en las pasiones de Gertrudis frente a la chimenea y antes de dormir Jodorowsky puede seguir dándome clases de psicomagia. Todas esas lecturas al unísono pueden resultar en un poema o una novela psico mágica sobre las pasiones epistolares de los japoneses. ¿Quién sabe? 

Estimo que el libro conlleva gran dosis de autografía, no sé si por lo vivido o por lo cercanamente conocido, ¿es así mi querida María Milnne?

—Cuando envié el manuscrito de “Nosotros, los que huimos” en 2019, sospechaba que podía ganar el certamen, y honestamente, todo el tiempo que le toma al jurado dictaminar su sentencia albergué la esperanza de asirme con el premio. Quizás porque había personificado al mismísimo Arenas en sus últimos meses de vida. En Cuba estudié teatro en una escuela de Instructores de Arte y para hacer este libro no fui escritora, sino actriz. Me metí en las dolencias de Reinaldo, exploré sus odios, me uní a él en rabia y melancolía, y estaba contenta con el resultado. Pero con “Muchas lecturas, muchos amores” fue todo lo contrario. Es una novela un poco autobiográfica, no creí que pudiera interesar. Para mí era un mero ejercicio de sanación, llevaba escrita y engavetada unos tres años. Finalmente me atreví a enviarla por el simple hecho de participar y cuando Ismael me notificó el premio fue una verdadera sorpresa.  Al día de hoy sigo pensando que el jurado fue muy generoso.

Cuéntanos acerca de tus proyectos, eres además de escritora, compositora musical, ¿qué nos puedes decir al respecto?:

—En este momento estoy trabajando en “Las fiebres del invierno” un libro de prosa poética. Son textos retenidos muy cerca de las concreciones propias y las ajenas, con los que me he propuesto ofrecer sucesos y sensaciones que devienen en filosofía. Decía Hegel que «cuando desaparece de las vidas humanas la fuerza unificadora y las contradicciones pierden su contexto y se vuelven independiente, entonces nace la necesidad de una filosofía». En cierta manera, creo que eso es lo que me ha ocurrido. Además, trato de consumar mi segundo álbum de música infantil, pero aún estoy en la fase de composición.

Gracias por tus respuestas querida Yulkie y enhorabuena por tu excelente carrera literaria, entre cuyos reconocimientos se incluyen el haber conseguido alzarte con dos ediciones del Premio Literario Internacional Reinaldo, premio que es otorgado anualmente por el portal de literatura Creatividad Internacional y está destinado a honrar la memoria del escritor y poeta cubano Reinaldo Arenas.



[1] El éxodo del Mariel fue un movimiento en masa de cubanos, quienes partieron del puerto Mariel, en Cuba, hacia los Estados Unidos entre el 15 de abril de 1980 y el 31 de octubre de 1980. A los inmigrantes o miembros de este éxodo se les conoce como los “marielitos”.

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