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Alonso de Molina entrevista al poeta José Sarria

 José Sarria ha publicado veinticinco libros de poesía, narrativa y ensayo. Su poesía ha sido traducida al italiano, francés, árabe, inglés, sefardí, inglés, rumano y ruso, estando incluida en más de cincuenta antologías nacionales e internacionales.

Ponente en congresos en España, en los Institutos Cervantes y Universidades de Marruecos y Túnez, en los cursos de verano de la Universidad de Málaga (UMA) y en los de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA). Conferenciante invitado a las Universidades de Virginia y Carolina del Norte (USA). Está Incluido en la Enciclopedia General de Andalucía.

 

La diversidad de intereses y logros de José Sarria, reflejan su compromiso con la investigación y la promoción de la literatura. José Sarria es un autor y académico con una amplia trayectoria en el mundo de la literatura, la crítica y la promoción cultural, con contribuciones significativas tanto a nivel nacional como internacional, ha sido ponente en congresos y ha impartido conferencias en instituciones académicas en España y en universidades de Marruecos y Túnez.

PERFIL PERSONAL.
Requiere respuestas cortas y rápidas.

 

¿Dónde te gustaría vivir?

 En Sidi Bou Said (Túnez).

 

¿A qué personaje histórico te gustaría parecerte?

A la princesa Wallada.

 

¿Qué es para ti la libertad?

Lo que le transmitió don Quijote a Sancho: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres”. (Cap. LVIII, Parte II)

 

¿Cuál es tu libro favorito de siempre y cuál es el último que has leído?

 El Cantar de los Cantares. El último que estoy releyendo es la obra completa de Borges.

 

Aliviemos tensiones ¿Qué superpoderes te gustaría tener?

 La bondad extrema.

 

¿Qué tres aspectos aprecias más de una persona?

 La bondad, mente abierta y la sinceridad.

 

¿Cómo ves tu futuro, qué sueñas?

 Sueño con un mundo en donde sea posible la máxima de Jalil Gibran: “La Tierra es mi patria, la humanidad mi familia”.

 

¿Si fueses un animal, cuál serías?

 Un perro.

 

¿Qué cuatro adjetivos te describen mejor?

 Constante, paciente, generoso y alegre.

 

¿Qué es lo más alocado que has hecho?

 Dormir en plena calle, en el suelo de los andenes de la estación de Ventimiglia (frontera entre Francia e Italia). Claro, que entonces tenía 25 años y unos huesos mucho más firmes… jajajajaja.

 

¿De sentido del humor, qué tal andas?

 Sobrado.

 

¿Cuál es el recuerdo de tu infancia que tienes más vivo?

 El olor a ternura de mi abuela y la mirada franca de mi madre.

 

¿Qué 3 artistas (¿pueden ser músicos, poetas, escritores, artistas plásticos... son las que más te inspiran?

 Leonard Cohen, Borges y José Ángel Valente.

 

¿Te consideras una persona supersticiosa?

 No, en absoluto.

 

¿Eres una persona abierta a los cambios?

 Absolutamente.

 

Si no trabajaras en lo que trabajas actualmente, ¿a qué te hubiera gustado dedicarte?

 A la arqueología y al orientalismo.

 

¿Cuál es el primer recuerdo que tienes en tu vida?

 Las vacaciones estivales en el pueblo de los abuelos maternos.

 

¿Prefieres ser el jefe o recibir órdenes y ejecutarlas?

 Ser el jefe.

 

¿Cuál sería un buen regalo para ti?

 Libros, sin límite alguno.

 

¿Es la reputación importante, para ti?

Totalmente.

 

¿En narrativa, prefieres las historias cortas y simples o los argumentos enrevesados y complejos?

Prefiero las narraciones cortas, el relato breve me fascina. Monterroso es toda una inspiración.

 

Actualmente, finales del año 2023, ¿estamos viviendo un buen momento para la poesía?

 Bueno, sinceramente, creo que atravesamos una transición hacia lo desconocido, donde las jóvenes generaciones llevan algunas décadas perdidas, sin encontrar su lugar en el panorama literario, ante la ausencia de voces rotundas que marquen el destino.

A pesar de ello, la poesía siempre, en todo lugar y época, ha sido (tal y como decía Shelley) el “más inefable heraldo, compañero y seguidor del despertar de un gran pueblo” y así volverá a ser ahora; no tengo la menor duda.

 

¿Cómo logras enfrentarte a la hoja en blanco? 

Dejo que ocurra el milagro, sin forzar nada, sin encorsetar la emoción.

Así lo describe extraordinariamente bien Rilke en los “Apuntes de Malte Laurids Brigge”, cuando tras las experiencias vitales indica que la poesía brota, mágica, fundante: “y entonces sucede que, en una hora muy rara, del centro de todas las experiencias se eleva la primera palabra de un verso”.

Eso sí, para ello son precisas intensas jornadas de lectura y ejercicio escritural.

 

¿Escribir es un don, un aprendizaje, un esfuerzo mental…?

Escribir le ha sido dado a todos los que han recibido un aprendizaje educativo.

Cosa diferente es el arte de la literatura que solo se concede a unos cuantos elegidos. Como decía Federico García Lorca: se tiene duende o no se tiene. Pero, eso no es suficiente si no se concibe el arte literario como un don que ha de ir, necesariamente, acompañado de grandes dosis de trabajo.

Decía Picasso que, curiosamente, a él la inspiración siempre le abrazaba cuando estaba trabajando en su taller. Pues eso.

 

Descríbete en una sola frase. Asequible.

 

ENSAYO DE AUTOR SOBRE SÍ MISMO
Ha escrito el poeta Jorge Riechmann que “la vida, carece de sentido sin resistencia al mal” y fue Rafael Alberti quien nos enseñó que: “No es más hondo el poeta en su oscuro subsuelo / encerrado. Su canto asciende a más profundo / cuando, abierto en el aire, ya es de todos los hombres”.
Por eso, mi lugar y el de mi poesía está, decididamente, con el ser humano, sin distinción de creencia, religión, raza o sexo, y empeño todos mis esfuerzos por rescatar de nuestra historia todo lo bueno que tiene el Humanismo y su legado y hacer de esta idea gallardete de mi forma de pensar, de escribir y de vivir.
Mi poética se sujeta a un Humanismo al servicio de los otros, en términos globales, de especie, siguiendo la formulación del sujeto de Franz Hinkelammert*: “Yo soy, si tú eres”, tras descubrir que mi otro yo se encontraba en el prójimo, en los más débiles, en los ausentes, en los invisibles, en los exilados, en definitiva, en los nadies.
De allí, que mi poesía pretende abrazar a todos los seres humanos, porque he llegado a entender que, en esa inclusión, en esa aceptación, es donde el ser se completa como persona: completamente persona porque el otro no solo existe, sino que nos constituye.

*Nota del editor. Economista y teólogo alemán recientemente fallecido: 16 de julio de 2023 en San José, Costa Rica.



BIBLIOGRAFÍA LIBROS PUBLICADOS
Eulogy of time (Anthology of poetry 1996-2021). Elogio del tiempo (Antología poética 1996-2021)
ISBN 978-1-951370-21-3    Valparaíso Editions USA (Clayton, Georgia, USA, 2023)
https://valparaisoediciones.es/tienda/463_sarria-jose

Tiempo de espera
ISBN 978-84-18694-88-2    Ediciones Valparaíso (Granada, 2022, primera edición y 2023, segunda edición)
https://valparaisoediciones.es/tienda/poesia/677-303-tiempo-de-espera.html
El libro de las aguas
DL-CO-2000-2015    Diputación de Córdoba (Córdoba, 2015)
L´inventaire des defáites (Inventario de derrotas)
ISBN 978-84-9973-484-2    Mar de Tanis. Corona del Sur (Málaga, 2014)
Inventario de derrotas
ISBN 84-96055-18-3    Colección Ancha del Carmen. (Málaga, 2005)
Tratado de amores imposibles.
ISBN 84-7954-609-3
Ediciones Libertarias. (Madrid, 2002)
https://www.iberlibro.com/9788479546090/Tratado-amores-imposibles-Sarri%C3%A1-Cuevas-8479546093/plp
Sepharad
ISBN 84-7785-364-9
Colección Puerta del Mar. Diputación de Málaga. (Málaga, 2000)

PREMIOS – DISTINCIONES
Medalla de Oro del Círculo Intercultural Hispano-Árabe     2022    Círculo Intercultural Hispano-Árabe
Premio “Alhaurino del año 2016”    2017    Excelentísimo Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre (Alhaurín de la Torre, Málaga)
Premio ÁMBAR, en reconocimiento a la trayectoria artística de creadores/colectivos en la provincia de Málaga     2015    Asociación Cultural Amigos de las Bellas Artes (Alhaurín de la Torre, Málaga)
Premio Nacional de Poesía “Rosalía de Castro”    2015    Xunta de Galicia y Diputación de Córdoba
Primer Premio Internacional de relatos CUENTOS DEL ESTRECHO    2008    Fundación Dos Orillas Diputación de Cádiz
Finalista del Premio Andalucía de la Crítica    2000    Asociación de Críticos de Andalucía
Incluido en la ENCICLOPEDIA GENERAL DE ANDALUCÍA. Tomo XIV    2000    Junta de Andalucía-Unicaja-Caja Granada-Cajasol-Cajasur

 

 

ENTREVISTA

 

 Acerca de la trayectoria del poeta entrevistado…

 José Sarria es un poeta de largo aliento y recorrido (más de 30 años dedicado a la poesía), habiendo publicado veintiocho libros de poesía, narrativa y ensayo. Su obra ha sido traducida al italiano, francés, árabe, inglés, sefardí, rumano y ruso. Su poesía está incluida en más de cincuenta antologías de poesía nacionales e internacionales y sus poemas han sido publicados en revistas especializadas de España, México, Italia, Argentina, Israel, Rumanía, Portugal, Inglaterra, Bélgica, Líbano, Catar, Arabia, Chile, Perú y Túnez.

 

Es considerado uno de los más destacados especialistas nacionales en el ESTUDIO DE LA LITERATURA HISPANOMAGREBÍ: neo literatura desarrollada por autores magrebíes directamente en español y cuya eclosión se pone de manifiesto con motivo del Protectorado español.

 

Por esta causa, es conferenciante y ponente habitual en Universidades de Estados Unidos (Virginia y Carolina del Norte), de Marruecos (Fez, Rabat, Casablanca, Tánger, Tetuán), Túnez y España (Granada, Córdoba o Málaga), en los cursos de verano de la Universidad de Málaga (UMA) y en los de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA, sedes de La Rábida –Huelva-, Baeza y Málaga). Ha colaborado con los Institutos Cervantes de Marruecos y Túnez.

 

Poéticamente hablando, pregunta obligada, cuál es tu backgrounds, de dónde procede, desde cuándo tu afición, vocación por escribir y más concretamente por escribir poesía, qué referentes tienes si es que los tienes, tus primeras lecturas, si en tu familia hay o ha habido poetas, en tus círculos…

Procedo de una familia muy humilde donde el mérito vital era alcanzar el final de cada mes. Lo contingente era eso. Sin embargo, mi madre, mujer de la postguerra española, casi analfabeta, era una ferviente amante de la poesía. En casa apenas si había quince o veinte libros; entre ellos “Las mil mejores poesías de la lengua castellana”. Aquel libro fue la alfaguara, el detonante de lo que vendría después, más adelante: Lorca, Machado o Miguel Hernández, durante los años de la transición, de la voz de Serrat y de allá el deslumbramiento al descubrir a los poetas sefardíes y a los hispanomusulmanes: Ins Zaydun, Ibn Arabi, Wallada, Al-Mutamid, etc.

 

 

¿Crees que la poesía tiende a simplificar lo complejo o por el contrario tiende a complicar las cosas sencillas?

La poesía busca, continuamente, descifrar el misterio que se esconde en el hueco de las palabras para “convertir lo contingente en necesario”, siguiendo a Damián Tavarovsky.

 

 

¿En tu poesía está implícito el compromiso con la sociedad, con nuestro tiempo, con divergencias como el sexismo, con lo políticamente correcto? ¿Qué cambio o qué giro debería dar la poesía para que no sea considerada un mero ingrediente ornamental –como ocurre en muchísimas ocasiones–, y si, efectivamente, como manifestó Celaya “La poesía es un arma cargada de futuro”?

Fue Ricardo Mutti que dijo: "La Cultura ha sido abandonada en favor del entretenimiento".

 

He llegado a entender que la poesía es la más elevada de las expresiones literarias. De ahí, que conciba la poesía no como un ejercicio literario, sino como una fundante vocación a la cual me entrego sin conocimiento de un destino final.

 

El poeta no es un ser nacido para generar literatura de ocio o esparcimiento; al contrario, el suyo es un discurso propuesto desde un espacio público, como es el poema, desde donde participa, con y desde la palabra, de un proyecto de emancipación humana destinado a constituir la identidad de un sujeto incardinado en su historia.

 

Es por ello, que la labor poética se eleva por encima (o al menos, así debiera de ser) de esos espectáculos o ceremonias socio-culturales que tanto abundan en los últimos tiempos.

 

La vocación de todo poeta, de todo verdadero poeta, está al servicio del establecimiento de la educación sentimental de su tiempo, de la construcción de una subjetividad encaminada a la reconquista permanente del ser, recuperando de la historia las corrientes de pensamiento que aúnan lo individual y lo colectivo en un mismo sentimiento, contribuyendo decididamente en elevar la capacidad transformadora de pensar, de reflexionar, sin dejarse vencer por una sociedad volcada en el simple entretenimiento.

 

Más que un arma cargada de futuro, que es un concepto incardinado en la denominada poesía social de los años 50-60, entiendo y propongo, en estos tiempos de transición hacia lo desconocido, un humanismo solidario capaz de dar respuestas globales a la sociedad contemporánea.

 

¿Quién nombra a las poetas? ¿Qué condiciones se deben cumplir para ser considerado poeta?

La propia poesía. Es la poesía la que elige al poeta. Así lo explica Lorca en su conferencia “Juego y teoría del duende”.

Si ella no te elige, mala cosa. No hay nada que hacer.

 

El poeta, los poetas, son gente discreta, afable, dicharachera, egocéntrica… ¿egocéntrica? ¿Hay mucho egocentrismo entre los poetas?

El poeta es un ser común. Hay buenos y malos poetas, afables o miserables, egocéntricos o generosos, al igual que entre los panaderos, los fontaneros, abogados o economistas.

La pasta humana con la que están hechos unos y otros es la misma. Los pecados o las virtudes se reparten, igualmente, por barrios y por profesiones.

 

¿Está tomando la poesía un nuevo rumbo, digamos más global, más cercano a la gente de la calle y no tanto a la gente de índole intelectual y académico?

Es que no hay otra. Como señalé anteriormente, nos encontramos en un proceso de gran transición global hacia lo desconocido, donde el poeta ha de bajar a pie de obra, para comprender qué es lo que está ocurriendo en este proceso de transformación global y así poder acompañar al hombre y a la mujer de su tiempo, con su palabra. Siempre fue así. Descender de las columnas de mármol es hoy de obligado cumplimiento.

 

Tu secreto mejor guardado ¿cómo es tu proceso al escribir? ¿Cómo haces? ¿Qué cosas remueves hasta concretar un poema? ¿cuál es la arquitectura que haces prevalecer en el poema, cómo los construyes para que versos, ritmos, espacios en blanco se articulen y consigan llegar al lector?

Sinceramente debo decir que, al menos en mi caso, no existe una fórmula mágica. Pero hay una ley, quizás siguiendo la tercera Ley de Newton (el principio de acción y reacción), y es que la poesía aparece en el marco de un proceso continuo de lectura. Después solo queda esperar que aparezca el milagro, que mane el agua de la fuente Castalia. Y, entonces, el oficio, el trabajo de artesanía.

 

Algunos poetas, incluso de cierta relevancia, aducen que “La poesía no sirve para nada, pero es indispensable”. Otros en cambio, sugieren, tal como lo expresa la conocida poeta americana Sharon Olds, que el poema, la poesía en general, debe ser útil. ¿Por qué leer poesía, qué aporta, por qué es bueno leer poesía?

La palabra poética tiene la capacidad de constituir una identidad a través de la emoción que genera su arquitectura. La poesía va tallando, como el rumor de las olas en la roca, una nueva sentimentalidad, inclinada hacia valores esenciales. Si el hombre o la mujer es dúctil a la voz poética, esta le va a proporcionar la capacidad de transformar su subjetividad hacia los valores eternos del ser humano: amor, libertad, solidaridad, fraternidad, etc.

 

Tal y como dijo Ernesto Sábato: “La literatura no es un pasatiempo ni una evasión, sino una forma –quizá la más completa y profunda- de examinar la condición humana”.

 

¿Quién es mejor poeta, el que más vende, el que más publica, el que más escribe, el que más premios y reconocimientos recibe…?

El que más lee. ¿Recuerdas a Borges?: “Que otros se enorgullezcan por lo que han escrito, yo me enorgullezco por lo que he leído”.

 

¿Es más poesía la que hace reír, la que te pone triste o la que te remuerde las tripas y te invita a la reflexión?

Te dejo dos citas: "Poeta es el que conmueve" (Stendhal) y “El límite de la poesía es el de la emoción” (Joan Margarit). Si no hay emoción podemos estar hablando de cualquier género, excepto del poético.

 

¿Es imprescindible ser innovador en poesía?

Lo esencial es conocer la tradición, y no solo conocerla, sino alimentarse de ello. Decía Tito Lucrecio, refiriéndose a estos asuntos que: “Del mismo modo que las abejas liban todos los néctares de los floridos matorrales, nosotros nos alimentamos de todas las áureas palabras”. Si no conoces la tradición, si no has bebido de los clásicos, toda tu pretendida innovación no quedará más que en una decepcionante pantomima.

 

¿Harto de malos poetas? ¿Todo vale en poesía?

Bueno, hay malos poetas al igual que hay malos ebanistas o malos electricistas.

Cada cual ha de ser despiadadamente honrado consigo mismo. En mi caso pretendo conmover a mis lectores para acompañarlos en un proceso de transformación interior que les pueda ayudar a ser mejores personas, a estar en paz y armonía consigo mismos.

 

¿El poeta es un pequeño dios, tal como afirmaba Huidobro?

Poeta es el que conmueve. Quizás en alguna ocasión los dioses nos han conmovido, pero en demasiadas nos han decepcionado.

 

Seguimos hablando de poesía. ¿Se trata de un acto consciente; ¿es, tal vez, fruto de la inspiración divina, o quién sabe si se trata de la terca búsqueda de lo imposible?

Es el duende, el duende y su misterio. No hay otra. El propio Lorca, en cierta ocasión, cuando le preguntaron que explicara qué era la poesía, respondió: "Ni yo ni ningún poeta sabemos lo que es la poesía".

Pero, como dijo Galileo: “Eppur si muove” (“Y, sin embargo, se mueve”).

 

Los premios, ¿significan algo para la poesía, para el poeta, más allá de los halagos y del monto económico?

En algunos casos tiene el sentido positivo del descubrimiento de nuevas voces, pero, desgraciadamente, el mercantilismo en el que han caído la mayoría de los premios los hacen prescindibles por el daño que causan a la propia poesía y a las ilusiones de cientos de incautos jóvenes escritores.

 

Parece ser la regla no escrita. Las editoriales no apuestan decididamente por la poesía, y menos aún por poetas desconocidos o de menor pelaje. En este caso, ¿recomiendas a los autores la auto publicación como si de un Walt Whitman cualquiera estuviéramos hablando?

¿Sabes que la obra poética de Juan Boscán y de Garcilaso –que introducen el Renacimiento en España- se publican en 1543, cuando ambos ya habían fallecido? La de Garcilaso se publica gracias a la viuda de Boscán que la incluye como apéndice (casi de favor) de la obra de su marido. Y qué decir de Bécquer cuya fama alcanza al publicarse póstumamente su obra completa gracias a sus amigos… Un poeta debe de tener solo tres preocupaciones: crear, crear y crear. El resto: premios, publicaciones fama… son simples anécdotas.

 

¿Crees que el libro digital acabará con el libro de papel?

A largo plazo, todos calvos, tal y como decía Keynes. Esa es la única verdad.

Hoy por hoy el libro impreso mantiene, y muy bien, el pulso al libro digital. Aunque es posible que las generaciones que han nacido en el marco tecnológico propicien la transición de lo analógico a lo digital; pero eso tardará bastantes años.

 

Todo el futuro por delante. ¿Eres consciente de que, gracias a nuestro idioma, tienes un mercado potencial de lectores que ronda los quinientos millones de personas? ¿De qué manera puedes hacer llegar tus libros a los hispanohablantes de uno y otro lado del atlántico?

A través de la gran ventana que nos ofrecen los medios tecnológicos y las redes sociales.

Esto lo entendí muy bien (creo) hace como una década. Desde entonces mantengo varios canales de comunicación digital estables y permanentes para con mis seguidores o lectores. Actualmente, y tras diez años de trabajo continuo en este ámbito, acumulo casi 23.000 seguidores y casi 6 millones de alcances.

 

¿Deseas decir o comentar algo que no te haya preguntado?

Bueno, en primer lugar, agradecer vuestra gentileza por esta oportunidad de comunicación con vuestros lectores e invitarles a seguir haciendo del lenguaje una morada y de la poesía, entre otras cosas, “aquello que cierra la puerta a los imbéciles”, tal y como dijo Aldo Pellegrini.

 

Un gran abrazo fraternal, siempre.

 

 

SELECCIÓN DE POEMAS DE JOSÉ SARRIA

 

 

 

 

LO MEJOR DE MÍ MISMO

 

Escucho mis silencios y descubro

derrotas de una vida que han servido

para ir tejiendo

con paciencia infinita, con la firme

esperanza de las causas perdidas,

esta tristeza que tanto me gusta:

la esencia de mis actos,

lo mejor de mí mismo.

 

(De Inventario de derrotas)

 

 

YO SOY EL ORIENTE

 

Yo soy Oriente

 (AMIN AL-RAYHANI)

 

 

Comprendía

que la patria

es beber el café preparado por su madre

(MAHMUD DARWISH)

 

 

Yo soy el Oriente y mi patria es un lugar en el que florecen los blancos arrayanes, un recóndito reino donde alcanzas a comprender los misterios a través del olor de la canela. Mis raíces se encuentran en una ciudadela detenida en el tiempo; allí puedes embriagarte con las ligeras notas del diván de los viejos poetas o con la sonora armonía de sus caravanas.

 

En mi patria se extienden las arterias sin asfalto que alcanzan los confines del alma. En su universo no existen templos, altares o banderas y el tronar de los himnos ha sido sustituido por el suave gorjeo de las alondras.

 

Pero antes, hubo días de los que no recuerdo casi nada, en los que yo también habité en las afueras, cuando viví como un corazón abatido, en la sombra de una llama; días cuando izaba gallardetes y estandartes y mis ojos deambulaban por los mapas encarnados del desasosiego. Era una edad en la que la vida me golpeaba como un feroz enemigo y clavaba sus dientes de león en todos mis amaneceres.

 

Más adelante, volví a nacer, sin fecha ni identidad. Fue el instante en que se rebeló mi sangre, el tiempo cuando brotaron de mis manos ramas de olivo, florecieron las moreras y los naranjos, mientras abrazaba las estrellas o extendía mis brazos sobre los arroyos.

 

Aquel día descubrí una casa iluminada y entendí que yo soy el Oriente. Desde entonces supe que mi patria es beber, a breves sorbos, el café preparado por mi madre.

 

 

(De Tiempo de espera

 

 

 

EL COLOR DE LA MEMORIA

 

 Soy todo aquello, pequeño y diminuto, que atesora mi memoria, el tiempo sumergido entre los laberintos de la ceniza, como el olor a ternura de mi abuela o la entrañable mirada de mi madre.

 

Soy Ítaca y los viajes de Ulises, el eco de las voces beduinas en Ouarzazate o las lágrimas de la princesa Dido derramadas sobre la bahía de Cartago.

 

Soy el canto de un derviche alcanzando el rostro de Dios, el sabor del té con piñones en alguna de las terrazas de Sidi Bou Said o las palabras del viento en los pozos vacíos de Tamerza.

 

Mi corazón es ataurique y estuco, blanco estandarte de los omeyas, habitáculo de la geométrica caligrafía que engalana Madinat al-Zahra o la desmesura de las bóvedas de la mezquita Azul.

 

Soy pradera para las gacelas de Ibn Arabí y cada una de las horas extraviadas en el laberinto de colores de la medina de Fez el-Bali.

 

Soy, toda Sefarad y su gastado castellano que pervive en las plazas de Salónica o el dulce aroma del hachís, que pierde, en Chaouen, el agrio sabor de lo prohibido.

 

Soy una noria, un surtidor, el suave murmullo en las acequias y los acerados lagartos extendidos en la ciudad del viento.

 

Soy, uno a uno, los manuscritos dorados de la biblioteca de al-Qarawiyyin y la esbelta alcazaba de Ait Ben Haddou que resucita al olor de la mirra, el sésamo, el cilantro o la canela.

 

Soy un atardecer en el Café Hafa y las pupilas de las jóvenes muchachas buscando la sorpresa tras el velo.

 

Soy el rezo apacible de las mujeres en la sinagoga de Djerba, el agua del islam y la fe del bautismo.

 

Soy la locura de los cuentacuentos que acampan en la plaza de Jemaa el-Fna, alguno de los bueyes de Gerión y la sonora voz de los hijos de la Andalucía.

 

Soy, esta pequeña y diminuta simiente de la memoria, sustento de una huerta prodigiosa, donde perdura y palpita la azul cartografía de mi sangre.

 

(De Tiempo de espera)

 

 

LAS ÍTACAS

 

   Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca / debes rogar que el viaje sea largo, / lleno de peripecias, lleno de experiencias. …/… No has de esperar que Ítaca te enriquezca: / Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje. / Sin ellas, jamás habrías partido; / mas no tiene otra cosa que ofrecerte. / Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado. / Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia, / sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas

 (CONSTANTINO CAVAFIS)

 

 

  ¿Qué encontraste en tu viaje a Ítaca? En mi largo viaje intenté comprender el brillo del paisaje de lugares sin nombre, el misterio de las voces que ocultan las piedras, el fulgor de alguna esbelta ciudadela o el aroma de caminos en llamas, hasta que pude, al fin, contemplar a los hombres con ojos renovados.

 

Al comienzo aprendí un lenguaje forjado en el candor de los primeros combates, pero los días marchitan la luz que habita en la mirada de los héroes. Y así, todo lo que llegó más tarde, acaso más solemne, como el resplandor de un jubiloso verano, impuso su corona de tristeza, ahogando la inocencia.

 

Aturdido, como el vuelo del ave que huye de su propia sombra, supliqué inútilmente, para elevar blancos estandartes sobre los tristes bastiones de la vida. Deseé regresar al instante feliz, a la casa de las horas intemporales. Volví la vista para escuchar la voz que contenía el caudal transparente de mi niñez, cuando todo era asombro y aún existían continentes repletos de sorpresas. A los días en que aún no sabía nada de mí, al lugar donde nunca floreció la vanidad del laurel de aquellos que construyen el mundo, al momento en que quise conocer, de alguna manera, el origen de una llama.

 

Entonces comprendí el misterio del camino y supe que solo el que vive alberga los tesoros de aquello que sucumbe. Y entendí la necesidad de la derrota y que hube de esperar mucho, hasta regresar a la abisal hermosura de los años primeros. Así, aprendí que las tumbas de la travesía contienen las fértiles manos de los hombres caídos. Regresé, mas nunca vencido, portando en las alas el esplendor y la inmortalidad.

 

Ítaca es pobre, pero puede ofrecerte la riqueza del camino y una rama de olivo en la tarde: este es su tesoro.

 

Tras el viaje, pude descansar, serenamente, en el mismo lugar donde van a morir las mariposas.

 

(De Tiempo de espera)

 

 

GUADALQUIVIR

  

Al despedirse de la Andalucía

 sintió el sabor salado de la muerte…

 Guadalquivir mi corazón se llama

 (ANTONIO GALA)

 

 

Abrí mis brazos y se convirtieron en calles de agua por donde transita la sangre de geniles y guadairas. Mi corazón se hizo más ancho mientras atravesaba pinedas, olivares y campiñas, perforando el pecho de Andújar, Sevilla y Córdoba con la profundidad del cante de las minas.

 

Volví la vista de siglos y contemplé al instante cómo mi fecundidad fue patria de reyes tartesios y de legiones romanas.

 

-Yo soy el agua del islam y la fe del bautismo -musité con la calma de quien se abandona, por amor, a su destino.

 

Con el sabor de las marismas adiviné la fértil voz de los hijos de la Andalucía y al fin, presintiendo la eternidad, me adentré en las aguas de un mar que me abrazaba.

 

Volví la vista, por última vez, antes de entregarme a la letanía de las olas, mientras el océano preguntaba por mi nombre: Guadalquivir mi corazón se llama.  

 

(De Raíz del agua)

 

 

 

TIEMPO DE ESPERA

 

“¿Te he dicho alguna vez mi nombre?”

(ANTONIO RAMÍREZ ALMANZA)

 

 Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo. A lo largo de los años puebla un espacio con imágenes de provincias, de reinos, de montañas, de bahías, de naves, de islas, de peces, de habitaciones, de instrumentos, de astros, de caballos y de personas. Poco antes de morir, descubre que ese paciente laberinto de líneas traza la imagen de su cara

(J. L. BORGES)

 

 

 

¿Te he dicho alguna vez mi nombre?

 

Conoces la osadía de mis ojos o el tamaño de estas manos que, alguna vez, acariciaron la vida. Es posible que algún atardecer soñaras junto a mi cuerpo o que hayas escuchado mi voz, cercando el temblor de antiguos horizontes, como el crepúsculo de abandonadas estaciones. Sabes que yo también fui de los que entregó sus baluartes a la liturgia de unos labios rojos.

 

Pero, ¿te he dicho alguna vez mi nombre?

 

Mi nombre es aquella vieja aventura por conquistar los silencios, cuando aspiraba a comprender a los hombres; el asombro de las horas, la ceniza del tiempo, más allá del reloj y sus agujas.

 

Mi nombre es la voz del sauzal y las acacias, siempre inclinados hacia la adversidad y al sosiego. El canto azul del petirrojo.

 

Mi nombre es un rayo deslumbrante que se oculta en la grieta de sonoras palabras: el dorado simulacro que conduce, tras cada puerta, a los espejos.

 

Mi nombre se demora en terrazas de ingrávidas flores o en las altas almenas de la noche, lugares donde todo encuentra su reposo.

 

¿Te he dicho alguna vez mi nombre? Tiempo de espera: ese es mi nombre.

 

 

(De Tiempo de espera)

 

 

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